La frecuencia con la que se debe realizar el mantenimiento preventivo cambia dependiendo del medio ambiente, en casas u oficinas, los agentes nocivos más comunes son el polvo y residuos de comida en contacto mesurado, en estos casos dos mantenimientos preventivos al año son suficientes.
En negocios comerciales, ubicados frente a calles transitadas hay más polvo y hollín generado por los vehículos, así que se deben realizar al menos tres mantenimientos preventivos al año.
En ambientes más fuertes como construcciones, fincas o industrias donde hay más polvo, pinturas, aerosoles, humedad o químicos corrosivos, recomendamos realizar mantenimiento cada tres meses.
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